Cuando participamos, también aprendemos y practicamos nuevas habilidades y conocimientos. Si logramos que la participación de las mujeres con discapacidad sea una experiencia que disfrutamos, creamos conexión con la persona y le mantenemos interesada en aprender.

El conocimiento se adquiere poco a poco. Se necesita de paciencia para construir el liderazgo y la autonomía.  En realidad, nunca dejamos de aprender.  Por eso es importante compartir en la colectiva lo que aprendemos en los diferentes espacios a los que asistimos.

Existen algunos temas que no hemos escuchado antes, así que el proceso de aprender y participar será diferente para cada una.

Nos damos el permiso de tener momentos de silencio durante las actividades. Algunas de nosotras necesitamos el silencio y el tiempo para comprender la información que nos están dando o para organizar nuestras ideas. El ejercicio de dar el tiempo en silencio puede incomodar a quienes facilitan, pero es parte de aprender nuevas formas que hagan que los espacios se adapten para que todas podamos participar