En la Colectiva le apostamos a crear relaciones cercanas, donde tejemos cariño y confianza entre todas porque nos gusta sentirnos bien. Somos una red de afecto colectiva que sostiene y acompaña a sus amigas.
Somos amigas porque todas damos y recibimos por igual. Este es un espacio de respeto, apoyo y para compartir más allá del trabajo. Queremos estar disponibles para nuestras amigas, para escucharnos y compartir nuestras emociones. Acá aprendemos siempre a respetarnos aunque seamos y pensemos diferente.
Cuando tenemos amigas, dejamos de sentirnos solas. Por eso es que nuestra amistad tiene mucho poder y toma un sentido político.
Llegamos a la Colectiva con historias individuales, pero con relatos y problemas que se parecen. Para algunas de nosotras, este es el primer espacio en el que nos encontramos con otras mujeres con discapacidad.
Empezamos a organizarnos desde lo que cada una conoce y su historia, pero conocemos las historias de las demás. Construimos lazos de empatía que nos unen, nos juntan y nos hacen más fuertes.